Conóceme
¿Quién soy?
Mi historia antes del péndulo hebreo
Hace unos años, me sentía roto. Por fuera, todo parecía estar en orden: un trabajo estable, una vida ‘normal’, incluso momentos en los que pensé que no podía seguir adelante. Pero por dentro… vacío. Era como arrastrarme día tras día, con la vida pesándome como una carga imposible de soltar.
Lo intenté todo, pero nada funcionó
Y claro, probé de todo: libros de autoayuda, meditaciones, incluso esos cursos online que prometen iluminarte en un par de tardes. Nada funcionó. Absolutamente nada.
Hasta que, por pura casualidad, descubrí el péndulo hebreo. Bueno, ‘casualidad’ es una manera bonita de decirlo. Lo encontré mencionado en un rincón olvidado de un libro cuyo título ni recuerdo. Lo busqué en internet, leí algunas cosas y pensé: ‘Otro cuento más’. Pero algo me empujó a probarlo.
Y no, no fue magia. No encendí velas ni moví el péndulo hebreo para arreglar mágicamente mi vida. Pero lo que sí sucedió fue esto: comencé a entenderme. Empecé a desbloquear bloqueos emocionales que ni sabía que tenía. Dejé de cargar con energía negativa que ni siquiera era mía.
Esa es mi misión con esta página. Darte las herramientas que me habría encantado tener cuando estaba perdido. Que no pierdas años buscando algo que ya está dentro de ti, esperando a que lo despiertes.
Aquí no vas a encontrar humo, espejos ni promesas mágicas. No soy un gurú ni voy a iluminarte con mensajes cósmicos. Soy alguien como tú, que encontró algo que funciona y decidió compartirlo.
Si estás cansado de sentir que siempre te falta algo, bienvenido. No es un camino fácil ni rápido, pero te aseguro que vale la pena. La pregunta es: ¿estás listo para empezar?